Jesús Alberto Rubio
Celebrar el Día Mundial de los Humedales cada día 2 de febrero es reafirmar muestro compromiso con el ambiente, afirmó Alf Enrique Meling López, coordinador del programa académico de la Licenciatura en Biología adscrito al Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus).
El profesor investigador especialista en humedales y, en general, en las áreas de la ecología vegetal, marina y costera, puntualizó que la forma más adecuada y eficiente de mantener un humedal es a través de su cuidado, preservación e, incluso, admirarlos por todo lo que significan para la vida del planeta.
Meling López señaló que un humedal representa un ecosistema estratégico de gran importancia para la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades humanas.
“Es un ecosistema acuático, o un sistema de transición entre la tierra y el agua”.
Además, precisó que están disponibles para consumo humano, producción y sostenimiento de la vida silvestre.
Desafortunadamente, sostuvo, los humanos requerimos de agua pero que la usamos en muy mala forma, sin haber aprendido a cuidarla.
Diferentes humedales
Entrevistado en el marco del Día Mundial de los Humedales, indicó que existen humedales tanto los de agua dulce o continentales, y los costero-marinos.
Detalló que, aunque esos ecosistemas acuáticos se refieren a un reservorio de agua permanente o temporal, también son considerados los arrecifes de coral y los manglares como humedales.
Alf Enrique Meling destacó que, para la fauna silvestre – en especial aves migratorias-, estos ecosistemas revisten vital importancia ya que son fuente de revestimiento de energía durante su vida o travesía.
Ecosistema amenazado
Hizo referencia a que el cambio climático está modificando muchos ecosistemas debido a que las especies no están adaptadas a las variaciones climáticas que inciden en ecosistemas específicos.
En especial, precisó, los humedales. son aquellos sistemas ecológicos especialmente sensibles a esos cambios en temperatura, lluvia y radiación solar.
Planteó que, así este tipo de ecosistema está amenazado o en cierta medida presenta modificaciones causadas directa o indirectamente por los humanos.
“Sabemos que al menos todos los humedales de agua dulce están amenazados, con algunos ya transformados o totalmente fraccionados, y otros ya desaparecidos”, dijo.
Inclusive, afirmó que la presión sobre ellos es tanta que en pocos años será difícil localizar alguno en condiciones adecuadas.
Cumplen funciones climáticas
El profesor investigador del Dictus informó que, además de su valor ecológico, los humedales cumplen importantes funciones climáticas, previniendo inundaciones, estabilizando la línea costera, recargando los acuíferos subterráneos y estabilizando las condiciones locales, particularmente lluvias y temperatura.
Indicó que los humedales costero-marinos sirven de filtro entre el agua y la tierra debido a que en ellos se descargan los contaminantes provenientes de tierras altas y que después de algún tiempo el agua se descontamina se mezcla con el mar.
“Son también importantes debido a que sostienen gran cantidad de biomasa y especies tanto marinas como terrestres, añadió.
Meling López señaló que también en especial son económicamente importantes porque sostienen más del 80% de las pesquerías, amortiguan huracanes e inundaciones y son fuente de recreación.
Hace relativamente pocos años, recordó, se consideraban zonas poco agradables para las personas debido a los mosquitos y a muchas especies que se decían alimañas peligrosas como los cocodrilos.
Sin embargo, lo importante –concluyó- fue que la conservación de los humedales estuvo favorecida hasta hace poco por la dificultad para habitarlos, aunque hizo saber que los proyectos de terraformación recientes constituyen un grave riesgo para su permanencia.
Celebrar el Día Mundial de los Humedales cada día 2 de febrero es reafirmar muestro compromiso con el ambiente, afirmó Alf Enrique Meling López, coordinador del programa académico de la Licenciatura en Biología adscrito al Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus).
El profesor investigador especialista en humedales y, en general, en las áreas de la ecología vegetal, marina y costera, puntualizó que la forma más adecuada y eficiente de mantener un humedal es a través de su cuidado, preservación e, incluso, admirarlos por todo lo que significan para la vida del planeta.
Meling López señaló que un humedal representa un ecosistema estratégico de gran importancia para la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades humanas.
“Es un ecosistema acuático, o un sistema de transición entre la tierra y el agua”.
Además, precisó que están disponibles para consumo humano, producción y sostenimiento de la vida silvestre.
Desafortunadamente, sostuvo, los humanos requerimos de agua pero que la usamos en muy mala forma, sin haber aprendido a cuidarla.
Diferentes humedales
Entrevistado en el marco del Día Mundial de los Humedales, indicó que existen humedales tanto los de agua dulce o continentales, y los costero-marinos.
Detalló que, aunque esos ecosistemas acuáticos se refieren a un reservorio de agua permanente o temporal, también son considerados los arrecifes de coral y los manglares como humedales.
Alf Enrique Meling destacó que, para la fauna silvestre – en especial aves migratorias-, estos ecosistemas revisten vital importancia ya que son fuente de revestimiento de energía durante su vida o travesía.
Ecosistema amenazado
Hizo referencia a que el cambio climático está modificando muchos ecosistemas debido a que las especies no están adaptadas a las variaciones climáticas que inciden en ecosistemas específicos.
En especial, precisó, los humedales. son aquellos sistemas ecológicos especialmente sensibles a esos cambios en temperatura, lluvia y radiación solar.
Planteó que, así este tipo de ecosistema está amenazado o en cierta medida presenta modificaciones causadas directa o indirectamente por los humanos.
“Sabemos que al menos todos los humedales de agua dulce están amenazados, con algunos ya transformados o totalmente fraccionados, y otros ya desaparecidos”, dijo.
Inclusive, afirmó que la presión sobre ellos es tanta que en pocos años será difícil localizar alguno en condiciones adecuadas.
Cumplen funciones climáticas
El profesor investigador del Dictus informó que, además de su valor ecológico, los humedales cumplen importantes funciones climáticas, previniendo inundaciones, estabilizando la línea costera, recargando los acuíferos subterráneos y estabilizando las condiciones locales, particularmente lluvias y temperatura.
Indicó que los humedales costero-marinos sirven de filtro entre el agua y la tierra debido a que en ellos se descargan los contaminantes provenientes de tierras altas y que después de algún tiempo el agua se descontamina se mezcla con el mar.
“Son también importantes debido a que sostienen gran cantidad de biomasa y especies tanto marinas como terrestres, añadió.
Meling López señaló que también en especial son económicamente importantes porque sostienen más del 80% de las pesquerías, amortiguan huracanes e inundaciones y son fuente de recreación.
Hace relativamente pocos años, recordó, se consideraban zonas poco agradables para las personas debido a los mosquitos y a muchas especies que se decían alimañas peligrosas como los cocodrilos.
Sin embargo, lo importante –concluyó- fue que la conservación de los humedales estuvo favorecida hasta hace poco por la dificultad para habitarlos, aunque hizo saber que los proyectos de terraformación recientes constituyen un grave riesgo para su permanencia.