Jesús Alberto Rubio
Por lo general, los seres humanos siempre buscan el contacto con la naturaleza para relajarse e inspirarse, por lo que, en el caso especial de las plantas ornamentales, éstas brindan distintos beneficios tanto por sus características estéticas como sus servicios que favorecen al ambiente, afirmó Manuel Higinio Sandoval Ortega, encargado del Herbario de la Universidad de Sonora.
Consulta más información AQUÍ.
El doctor en Ciencias Biológicas destacó que, precisamente, ese tipo de plantas ofrecen un paisaje que hace al entorno más atractivo, enriquecen los espacios, mejoran la concentración y ayudan a reducir el estrés, dándonos la sensación de bienestar al facilitar el contacto con la naturaleza.
El profesor investigador de la Licenciatura en Biología del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus), planteó que las plantas ornamentales requieren cuidados especiales durante la temporada de calor, sobre todo las que están en macetas ya que el primer problema que pueden presentar es la rápida evaporación del agua con que se riegan.
Sandoval Ortega recordó que cuando hay plantas en macetas pequeñas, el agua se evapora mucho más rápido porque contienen poca tierra (sustrato). Lo recomendable, precisó, es quitarlas del sol directo y llevarlas a un lugar con mayor cantidad de sombra.
“Su riego no debe ser en las horas de mayor calor; además, lo ideal es mantener el sustrato húmedo, más no inundar la maceta con agua”, añadió. Lo recomendable, añadió, es quitar a las plantas del sol directo y llevarlas a un lugar con mayor cantidad de sombra.
“Para el mejor cuidado que las plantas de ornato, se recomienda que el riego sea abundante en horarios donde haya poco sol, ya sea muy temprano en la mañana o cuando ya esté obscureciendo”, reiteró en la entrevista.
El riego, subrayó, no deben ser en las horas de mayor calor ya que se trata de que el agua no se evapore rápidamente.
Inclusivo, afirmó que otra recomendación es tenerlas juntas para que creen un microambiente y la humedad se mantenga lo mayor posible.
No podar las plantas de ornato
El responsable del Herbario USON también mencionó la acción de podar las plantas de ornato: “En cuanto a poda, recomiendan que ésta debe ser en temporada de calor, pero sólo debe hacerse si es muy necesario ya que al hacerlo deja heridas abiertas que permite que el agua se escape con mayor facilidad y esas lesiones pueden afectarse con patógenos”, advirtió.
Manuel Higinio Sandoval puntualizó en que es precisamente en la temporada de calor cuando más frecuentes se tienen plagas, ya sea por hongos o insectos.
Recordó que algunas fuentes mencionan que es recomendable podarlas en temporada de calor, “pero yo no la recomiendo, a menos que sea necesaria ya que al momento de hacerlo, la planta entra en un estado de estrés y es más susceptible a enfermedades, plagas e infecciones que puedan padecer”, dijo.
Precisó que a través de la poda se generan varias heridas abiertas que pueden causar parte de la planta se marchite o bien muera por completo.
Las recomendables
El profesor de la carrera de Biología, programa adscrito al Dictus, también señaló que las plantas de nuestra ciudad para áreas verdes, o bien las que se utilizan de manera ornamental, de preferencia deben ser aquellas nativas (originarias del desierto de Sonora) por estar adaptadas a las condiciones climáticas del entorno regional.
Las nativas, informó, dan varias ventajas: requieren mucho menos inversión económica en cuanto a mantenimiento porque tenerlas libres de plagas o vivas, constará menos dinero ya que están adaptadas a las condiciones del desierto sonorense.
“Otras dos ventajas es que requieren menos agua, por ser de zonas áridas, con menor cantidad de riego, y también por ser un beneficio no solamente para nosotros, sino a la diversidad que puedan existir en las zonas urbanas”, sostuvo.
Asimismo, dijo que ese tipo de plantas proporcionan no sólo refugio a aves e insectos, sino también alimento a través de las flores y frutos.
Sandoval Ortega indicó que en nuestra entidad existen distintas plantas nativas que son utilizadas como ornamentales o que tienen potencial para serlo y que algunos ejemplos son Ocotillo (Fouquieria splendens); Tronadora (Tecoma stans); Torote prieto (Bursera microphylla); Amapa (Handroanthus impetiginosus); Jarilla (Dodonaea viscosa); Jito (Forchhammeria watsonii), y Guayacán (Guaiacum coulteri), todas, agregó, adaptadas a condiciones de aridez propias del desierto sonorense.
“Estas especies permitirán que las áreas verdes requieran menos agua y recursos para su mantenimiento, siendo más amigables con otros elementos dentro del ecosistema biológico”, concluyó.
Por lo general, los seres humanos siempre buscan el contacto con la naturaleza para relajarse e inspirarse, por lo que, en el caso especial de las plantas ornamentales, éstas brindan distintos beneficios tanto por sus características estéticas como sus servicios que favorecen al ambiente, afirmó Manuel Higinio Sandoval Ortega, encargado del Herbario de la Universidad de Sonora.
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El doctor en Ciencias Biológicas destacó que, precisamente, ese tipo de plantas ofrecen un paisaje que hace al entorno más atractivo, enriquecen los espacios, mejoran la concentración y ayudan a reducir el estrés, dándonos la sensación de bienestar al facilitar el contacto con la naturaleza.
El profesor investigador de la Licenciatura en Biología del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus), planteó que las plantas ornamentales requieren cuidados especiales durante la temporada de calor, sobre todo las que están en macetas ya que el primer problema que pueden presentar es la rápida evaporación del agua con que se riegan.
Sandoval Ortega recordó que cuando hay plantas en macetas pequeñas, el agua se evapora mucho más rápido porque contienen poca tierra (sustrato). Lo recomendable, precisó, es quitarlas del sol directo y llevarlas a un lugar con mayor cantidad de sombra.
“Su riego no debe ser en las horas de mayor calor; además, lo ideal es mantener el sustrato húmedo, más no inundar la maceta con agua”, añadió. Lo recomendable, añadió, es quitar a las plantas del sol directo y llevarlas a un lugar con mayor cantidad de sombra.
“Para el mejor cuidado que las plantas de ornato, se recomienda que el riego sea abundante en horarios donde haya poco sol, ya sea muy temprano en la mañana o cuando ya esté obscureciendo”, reiteró en la entrevista.
El riego, subrayó, no deben ser en las horas de mayor calor ya que se trata de que el agua no se evapore rápidamente.
Inclusivo, afirmó que otra recomendación es tenerlas juntas para que creen un microambiente y la humedad se mantenga lo mayor posible.
No podar las plantas de ornato
El responsable del Herbario USON también mencionó la acción de podar las plantas de ornato: “En cuanto a poda, recomiendan que ésta debe ser en temporada de calor, pero sólo debe hacerse si es muy necesario ya que al hacerlo deja heridas abiertas que permite que el agua se escape con mayor facilidad y esas lesiones pueden afectarse con patógenos”, advirtió.
Manuel Higinio Sandoval puntualizó en que es precisamente en la temporada de calor cuando más frecuentes se tienen plagas, ya sea por hongos o insectos.
Recordó que algunas fuentes mencionan que es recomendable podarlas en temporada de calor, “pero yo no la recomiendo, a menos que sea necesaria ya que al momento de hacerlo, la planta entra en un estado de estrés y es más susceptible a enfermedades, plagas e infecciones que puedan padecer”, dijo.
Precisó que a través de la poda se generan varias heridas abiertas que pueden causar parte de la planta se marchite o bien muera por completo.
Las recomendables
El profesor de la carrera de Biología, programa adscrito al Dictus, también señaló que las plantas de nuestra ciudad para áreas verdes, o bien las que se utilizan de manera ornamental, de preferencia deben ser aquellas nativas (originarias del desierto de Sonora) por estar adaptadas a las condiciones climáticas del entorno regional.
Las nativas, informó, dan varias ventajas: requieren mucho menos inversión económica en cuanto a mantenimiento porque tenerlas libres de plagas o vivas, constará menos dinero ya que están adaptadas a las condiciones del desierto sonorense.
“Otras dos ventajas es que requieren menos agua, por ser de zonas áridas, con menor cantidad de riego, y también por ser un beneficio no solamente para nosotros, sino a la diversidad que puedan existir en las zonas urbanas”, sostuvo.
Asimismo, dijo que ese tipo de plantas proporcionan no sólo refugio a aves e insectos, sino también alimento a través de las flores y frutos.
Sandoval Ortega indicó que en nuestra entidad existen distintas plantas nativas que son utilizadas como ornamentales o que tienen potencial para serlo y que algunos ejemplos son Ocotillo (Fouquieria splendens); Tronadora (Tecoma stans); Torote prieto (Bursera microphylla); Amapa (Handroanthus impetiginosus); Jarilla (Dodonaea viscosa); Jito (Forchhammeria watsonii), y Guayacán (Guaiacum coulteri), todas, agregó, adaptadas a condiciones de aridez propias del desierto sonorense.
“Estas especies permitirán que las áreas verdes requieran menos agua y recursos para su mantenimiento, siendo más amigables con otros elementos dentro del ecosistema biológico”, concluyó.