
Con la patente del “Manejo de un consorcio bacteriano”, investigadores de esta casa de estudios contribuyen a atacar la contaminación de mantos acuíferos por solventes, trabajo que ponen al servicio de la sociedad ya con un registro de patente para ser implementado y que se transforme en lo que se desea, que es el impacto en la sociedad, precisó el académico del posgrado en Biociencias, Luis Ángel Medina Juárez.
En entrevista en el programa radiofónico “A ciencia cierta”, este miércoles 12 de febrero, acompañado de Jonathan Parades Aguilar, egresado de la Maestría y Doctorado en Biociencias; de la profesora investigadora, Kadiya del Carmen Calderón Alvarado y César Villegas Carrazco, jefe de Oficina de Transferencia de Tecnología y Conocimiento, compartieron cómo culminaron un trabajo multidisciplinario y le dieron protección legal a la investigación.
“Sensibles a esta la necesidad de impactar a la sociedad en la remediación, es que detectamos este tipo de problemas y el uso de este tipo de solventes que se usaban para la limpieza de electrónicos, de ropa; ese solvente, como es el tricoloro de tilo, llegaba como residuo a mantos acuíferos contaminándolos.
“Encontramos este consorcio bacteriano, y la patente consiste básicamente en cómo se desarrolla a partir de una toma de muestra de una laguna de oxidación de Ciudad Obregón: tomamos unas muestras, vinimos al laboratorio, guiamos el cultivo hacia las células que nos interesaban y después por métodos moleculares la doctora logró identificar ese consorcio, aplicarlo y comprobar que realmente reducía en esas aguas contaminadas con esos solventes, a través de la acción de las bacterias esos residuos tóxicos”, precisó Medina Juárez.
Detalló que llegaron a una patente que les permite transmitir el conocimiento a otro sector, como es el social e industrial, posterior a que el trabajo se publicó en revistas científicas de alto impacto.
Jonathan Parades Aguilar, quien con esta investigación se tituló en maestría y doctorado en Biociencias, dijo sentirse emocionado y agradecido por el logro y ya que los resultados se dieron en un tiempo temprano de su formación académica.
“Quiero invitar a otros estudiantes e investigadores a que no solo se queden con desarrollar investigación, que en verdad busquen una aplicación, como en este caso, y que busquen las oficinas encargadas de patentar, estoy muy agradecido con la Universidad de Sonora por facilitarnos todo este proceso”
“Es un proceso para obtención de bacterias que tienen una función específica, en este caso para degradar oxidantes de amonio tienen muchas funciones que pueden ser aplicadas en muchos campos, en este caso la remediación, la degradación de contaminantes; pero al ser bacterias que están en el ambiente tienen funciones muy específicas en el ciclo de nitrógeno, entones no nada más pueden servir para esto sino para otras áreas también, allí entra la colaboración y posible uso que otros investigadores e incluso industrias pueden hacer de este patente”, comentó.
Presentan caso de éxito
Kadiya del Carmen Calderón Alvarado, académica del Departamento de Investigaciones científicas y Tecnológicas, compartió que el Posgrado en Biociencias se ha destacado desde el inicio y trabaja con la intención de formar investigadores.
“Yo creo que el trabajo que hemos realizado si tiene mucha aplicación, por su puesto con una retribución social, porque todos sabemos que la contaminación ambiental es una situación emergente, entonces tener herramientas, procesos que permitan identificar, aislar, actuar a ciertos microrganismos de interés para poder remediar componentes que están contaminando los ambientes, es algo prioritario, relevante que nos beneficia a todos”, expresó.
Explicó proponen una alternativa en las plantas de aguas residuales en el material de desecho, su propuesta es recuperar elementos claves para poder aplicarlos en un sistema de remediación.
Protección científica
César Villegas Carrazco, jefe de Oficina de Transferencia de Tecnología y Conocimiento, habló del trabajo desde su área, como un vínculo, un esfuerzo de esta institución para tener un área especializada al servicio de los inventores.
“Somos un vínculo, un apoyo y todo el mérito lo tienen nuestros inventores, investigadores, estudiantes que participan en la formalización de los estudios, de los resultados de proyectos de investigación que se generan en nuestros laboratorios.
“Estos académicos se dan a la tarea de acercarse a estos procesos de la protección intelectual. De una manera formal y legal reconocer esas innovaciones que se generan en nuestros laboratorios y que en algún momento con esa protección pueden ser transferidos, pueden ser puestos ya a disposición”, precisó.
Consideró además que, es un proyecto y actividad importante a nivel nacional, ya que se norma desde la organización mundial de la propiedad intelectual.